"Encontrar un lugar donde lo más puro fuera parte de la magia de nuestro gran día no fue tarea fácil, sin embargo, el 22 de diciembre del 2012, nos unimos de dos en uno entre la naturaleza que rodea este lugar lleno de la presencia de Dios. Buscaba un rinconcito donde la presencia de mis abuelos se paseara y diera a ese dia tan especial, la bendición que sellaría el sueño de ambos. Nuestro día fue inolvidable, lleno de emociones que todavía al recordar volvemos a vivir. Cuando el escenario es el perfecto todo lo demás cae en su lugar mágicamente haciendo de lo más pequeño algo extraordinario. No dudamos en ningún momento que habíamos escogido el lugar perfecto donde una Princesa le juró amor eterno a su Príncipe en los Jardínes de un gran Castillo."