"Celebrar el día más importante de mi vida requería mucho análisis, comparaciones, decisiones y otras cosas necesarias para hacer de mi día el perfecto. Siempre soñé con mi boda de cuento de hadas, mi castillo, mi príncipe y la naturaleza. Decidí hacerla al aire libre y quería un ambiente rodeado de flores y naturaleza, perfecto para plasmar en mis fotos la belleza de Puerto Rico. Al llegar al Castillo me enamoré inmediatamente. Siempre me ha gustado el estilo "vintage" para decoración (salas antiguas, encajes, madera, flores, colores pastel, etc.) y este jardín cumplía con todos los requisitos. También contaba con un amplio salón de actividades rodeado de naturaleza y los precios de las ofertas son súper razonables (en especial cuando el costo de salones y/o locales están disparándose como pólvora diariamente).

Mi boda fue planificada a distancia, pues justo después de separar el local me mudé a Miami, Florida. Así que contábamos con un tiempo limitado para planificación y el proceso a distancia no es uno sencillo. De no ser por la incuestionable ayuda de mi madre, Noemí López, y mi madrina, Yvelisse Pérez, mi ceremonia no hubiese sido ese perfecto cuento de hadas. El personal del Castillo también se mostró muy colaborativo y presente, dispuesto a ayudar en cualquier situación de "último momento" o ajoro. Mi proceso de comunicación fue a través de e-mails y correo y nunca tardaban en contestar mis dudas y/o ofrecer alternativas. El servicio de los meseros ese día fue uno impecable y de calidad. Hacían lo que se les pedía con rapidez sin cuestionar nada. La comida quedó exquisita, puertorriqueña y fue del gusto de todos mis invitados. En fin, desde mi familia y la de mi ahora esposo, hasta nuestras amistades e invitados quedaron satisfechos con el resultado final. Mi boda fue el día mágico que deseaba y le recomiendo el local a todos para su consideración. Mi consejo: aliméntate bien antes de la ceremonia y disfruta las horas; el tiempo se pasa volando y en un abrir y cerrar de ojos se acaba todo. Muchas gracias a Olga y Carol por su colaboración y eficiencia. Un abrazo enorme desde Miami, Florida."